TERCER CICLO DEL LUCERO

Tercer Ciclo del Lucero ha sido creado para la enseñanza, el aprendizaje y el intercambio de ideas de las TICs en la escuela.

domingo, 6 de marzo de 2011

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER



El día 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad, con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.

¿Por qué se celebra el Día de la Mujer el 8 de Marzo?
El ocho de Marzo de 1.908 las 129 trabajadoras de la empresa textil Cotton de Nueva York se declararon en huelga y se encerraron en la fábrica. Exigían una jornada laboral de diez horas y un salario igual al de los hombres. El dueño incendió la fábrica y las 129 mujeres que la ocupaban murieron.
Dos años más tarde, la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas declaró el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en recuerdo de las compañeras muertas en Nueva York.
Este día ha de servir para reflexionar sobre cuál es la situación de la mujer en nuestra sociedad, para aumentar la solidaridad y la unión entre las mujeres, y también, para celebrar el hecho de ser mujer.
A continuación os dejo un vídeo muy significativo sobre las mujeres en diferentes épocas, gestos y expresiones

“Carta de una madre”
Carta de una madre” es un documento impresionante que puede servir para trabajar con el alumnado en este día tan especial.
Queridos todos: Me voy. Volveré cuando sepáis dónde están guardadas las bolas de naftalina, cuando nuestra casa ya no tenga secretos para ninguno de vosotros, cuando seáis capaces de descifrar los códigos de los botones de la lavadora, cuando logréis reprimir el impulso de llamarme a gritos si se acaba la pasta de dientes o el papel higiénico. Volveré cuando estéis dispuestos a llevar conmigo la corona de reina de la casa. Cuando no me necesitéis más que para compartir
Ya sé que me echaréis de menos, estoy segura. También yo a vosotros, pero sólo desapareciendo podré rellenar los huecos que vuestro cariño me produce… Sólo podré estar segura de que verdaderamente me queréis cuando no tengáis necesidad de mí para comer o para vestiros o para lavaros o para encontrar las tijeras. Ya no quiero ser la reina de la casa, estoy harta, me he cansado de tan gran responsabilidad y he caído en la cuenta de que si sigo jugando el papel de madre súper no lograré inculcaros más que una mentalidad de súbditos. Y yo os quiero libres y moderadamente suficientes y autónomos.
Ya sé que vuestro comportamiento conmigo no es más que un dejarse llevar por mi rutina; también por eso quiero poner tierra por medio. Si me quedo, seguiré poniéndoos todo al alcance de la mano, jugando mi papel de omnipresente para que me queráis más.
Sí, para que me queráis más. Me he dado cuenta de que todo lo que hago es para que me queráis más, y eso me parece tan peligroso para vosotros como para mí. Es una trampa para todos.
Palabra de honor que no me voy por cansancio, aunque sea una lata dormirse todas las noches pensando en la comida del día siguiente y hacer la compra a salto de mata cuando vienes del trabajo y, a la larga, pesa mucho la manía de ver siempre un velo de polvo en los muebles cuando me siento un rato en el sofá, y la perenne atracción hacia la bayeta y la cera. Pero no es sólo por eso. No. Tampoco me voy porque esté harta de poner la lavadora mientras me desabrocho el abrigo ni porque quiera estar más libre para hacer carrera en mi trabajo. No. Hace ya mucho tiempo que tuve que elegir una perpetua interinidad en mi profesión porque no podía compatibilizar una mayor dedicación mental al trabajo profesional con la lista de la compra.
Me voy para enseñaros a compartir, pero sobre todo me voy para ver si aprendo a delegar.Porque si lo consigo, no volveré nunca más a sentirme culpable cuando no saquéis notas brillantes o cuando se quemen las lentejas o cuando alguno no tenga camisa planchada que ponerse.
La culpa de que sea imprescindible en casa es sólo mía, así que desapareciendo yo por unos días, os daréis cuenta vosotros de que la monarquía doméstica es fácilmente derrocable y quizá yo pueda aprender la humildad necesaria para ser, cuando vuelva, una más entre la plebe.Cuando encontréis la naftalina no dejéis de avisarme.
Seguro que para entonces yo también habré aprendido a no ser tan excesivamente buena. Puede ser que ese día no nos queramos más, pero seguro que nos querremos mejor. Besos. Mamá.
¿Qué tenemos que decir? Después de leer con responsabilidad esta carta y reflexionar, no sólo para comprender las verdades que se cuentan en ella y escribir en los comentarios opiniones sin sentido, sino para tomar una postura que implique cambios en nuestras conductas diarias. Escribe tus compromisos personales.


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